Toda novia anticipa para el día de su boda que ella ha de ser el centro de todas las miradas, las atenciones y  la admiración de quienes celebran su enlace con el amor de su vida. Aun durante el proceso de planificación aspira a contar con la aprobación incondicional  y los mimos de las personas mas cercanas. Si alguien tiene el “permiso” de ser diva por un día, esa es la novia.

Pero; ¿Qué pasa cuando tus bridesmaids no comparten esa postura y en vez de tener una aliada te encuentras con otra diva fuera de lugar?

“Quiero arruinar mi propia boda: desperdiciar valioso tiempo, tirar mi dinero y  pasar momentos invaluables de mi vida molesta y frustrada” .

Es algo que jamás escucharemos decir a  ninguna novia. Sin embargo aún con las mejores intenciones de tener la boda perfecta más y más novias encaminan su celebración hacia un memorable  desastre.

Nunca lo hubiera planeado pero si lo soñé, literalmente lo soñé mientras dormía. Hoy me encanta y es un honor poder dar lo mejor de mi talento, para lograr ver los resultados de cada evento que en el corazón de mis clientes también comenzó como un sueño.